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No importa lo que comes, sino también cuándo lo haces

comida

En los últimos 25 años la obesidad en España ha aumentado del 7 al 17%; así lo confirman los datos de la Encuesta Nacional de Salud del mes de marzo 2013. Esta enfermedad de alta prevalencia en adultos y niños viene pisando fuerte. Por ello, conviene ponerle freno. En este sentido, la ciencia asegura que para estar saludables -e, incluso, para prevenir el sobrepeso y la obesidad- hay que tener cuidado con lo que se come y también con cuándo se come.

“Desayuna fuerte y cena ligero” eso es lo que nos han dicho siempre y el aval científico lo ha corroborado. De hecho, investigadores de EEUU de la Escuela de Medicina Perlman y del Instituto para la Medicina Traslacional de la Universidad de Pensilvania han identificado que las células encargadas de almacenar la grasa también están sujetas a un “reloj biológico”.

Este reloj central se trastoca cuando comemos entre horas, no desayunamos o cenamos copiosamente. Esta ingesta desincronizada de alimentos lleva a alterar el ciclo celular, provocando que se acumule grasa y azúcares cuando deberíamos eliminarlos y a la inversa.

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Por eso, hoy desde nuestro espacio os ofrecemos pequeños consejos para que podáis poner vuestro “reloj” en hora:

  1. En primer lugar, se debe evitar picotear entre las comidas y tener un horario establecido para cada comida.
  2. Es recomendable realizar de tres a cinco comidas diarias, pero siempre teniendo en cuenta la proporción de calorías en cada una de ellas.
  3. Se desaconseja comer platos copiosos durante la cena. Debe hacerse lo más ligera posible y temprano para que nuestro cuerpo haga la digestión antes de la hora de dormir.
  4. Comer rápido nunca es bueno; por eso, es más aconsejable comer despacio para saciarnos antes.

Si crees que tienes algún desarreglo o necesitas consultar alguna duda, no dudes en visitar a tu especialista.

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